¿Por qué esta prohibición?

Al final de casi todos los cigarrillos hay un filtro de acetato de celulosa, un tipo de plástico. Estos filtros no son biodegradables y se descomponen en microplásticos y nanoplásticos. Las colillas de cigarrillos son, con diferencia, la forma más común de contaminación por plásticos en todo el mundo si se miden por elementos individuales, no por masa total.

Además de plásticos, los filtros inyectan enormes cantidades de sustancias tóxicas en nuestro medio ambiente. Está demostrado que estas sustancias químicas tienen efectos negativos sobre las plantas, los animales y la calidad del agua. Los filtros de los cigarrillos están clasificados como residuos peligrosos y filtran sustancias químicas como alquitrán, nicotina, benceno, metales pesados, pesticidas y acetato.

Los filtros de plástico de los cigarrillos son, por su número, el artículo más ensuciado del mundo, lo que los convierte en la forma más común de contaminación por plásticos a escala mundial. Se calcula que miles de millones de filtros acaban en el medio ambiente cada día. Por su diseño, un filtro de plástico para cigarrillos tiene muchas probabilidades de acabar en la calle y en la naturaleza. Hasta dos tercios de todos los cigarrillos con filtro que se venden acaban de esta forma.

Incluso en un mundo casi ideal en el que el 90% de los filtros de plástico de los cigarrillos se tiraran a la basura, cientos de miles de millones seguirían acabando en el medio ambiente cada año. Con más de 100.000 filtros de plástico de cigarrillos tirados al suelo cada segundo, hay dos cosas seguras: la educación no es una solución suficiente y la limpieza es imposible.

Los filtros de los cigarrillos no reducen los riesgos para la salud asociados al tabaquismo; de hecho, pueden empeorarlos. En la década de 1950, las investigaciones científicas vincularon cada vez más el tabaquismo con el cáncer de pulmón y otros graves riesgos para la salud. Cuando creció la inquietud pública, las empresas tabaqueras se vieron presionadas para hacer frente a los problemas de salud, con el objetivo de asegurarse de que sus ventas no disminuyeran. ¿Su solución? Filtros de plástico para cigarrillos. Los filtros se comercializaron como un elemento de protección de la salud; sin embargo, las investigaciones demuestran que aumentan los problemas de salud y son un daño directo para el medio ambiente. El filtro es un excelente ejemplo de herramienta de marketing engañosa.

No se nos ocurre ninguna razón para no querer que se prohíban los filtros de plástico de los cigarrillos.